¿Cómo se puede repartir el agua de forma eficiente?

Amplias redes de distribución reparten equitativamente entre todos los españoles bienes tan básicos como la electricidad o las telecomunicaciones. Pero, ¿qué ocurre con el agua?
Este recurso es un bien que todos los ciudadanos tienen derecho a recibir, pero lo cierto es que mientras unos no obtienen la cantidad que necesitan, otros desperdician parte de su caudal.

Parece lógico intentar que esta circunstancia cambie, pero se trata de una lucha que llevan protagonizando los españoles de las zonas geográficas más áridas del país durante años. Justamente, ellos son los que dependen de este recurso para poder sacar miles de empresas adelante: las dedicadas a la agricultura, un sector que aporta 23.903 millones de euros al producto interior bruto.

“Una solución que proponemos es la creación de un banco del agua”, apunta Adela Martínez, consejera de Medio Ambiente de la región levantina. “Se trataría de un mecanismo mediante el cual se pondrían a la venta todos los recursos excedentarios, de tal manera que aquellos usuarios deficitarios pudieran comprarlos. En otras palabras, un sistema con el que se llevaría a cabo una reasignación de los derechos de uso del agua”, explica la consejera.

California, un ejemplo hecho realidad

La propuesta de un banco de agua en España tiene un hermano mayor a quien parecerse: California. Para conocer sus orígenes hay que remontarse a principios de los noventa, cuando el oeste de Estados Unidos sufrió la mayor sequía del siglo XX. Lo que en todo momento se pretendió fue reasignar los recursos disponibles y atender las situaciones más críticas.

El banco lanzó ofertas para recuperar derechos concesionales, para que más tarde los interesados en obtener estas concesiones pagaran un precio por ellas. Para llevar a cabo estas transacciones, se establecieron una serie de reglas, como que los vendedores solo podían ofertar un 20% de su concesión o que los compradores, para poder optar a esta agua, debían asegurar su buena utilización. En todas las transacciones, el estado de California ejercía como supervisor.

Desde entonces son varias las obras hidráulicas que se han construido para el transporte del agua, de tal manera que en la actualidad es posible transferir este recurso desde cualquier localidad a otra de una forma eficiente y económica.